Fisioterapia en fibromialgia. Mucho más de lo que te esperas

El síndrome de fibromialgia, es un complejísimo proceso de sensibilización del sistema nervioso central, con múltiples síntomas entre los que destacan el dolor generalizado persistente y la fatiga, pero que puede cursar con una infinidad de síntomas en diferentes sistemas como alteraciones del sueño, rigidez matutina, lapsos de memoria, hiperalgesia, alodinia, colon irritable, dismenorrea, depresión, ansiedad, inestabilidad, mareos, dificultad para concentrarse…

Estos síntomas, además ni siquiera afectan de un mismo modo a todo el mundo ni se presentan siempre. Esto unido a que no hay pruebas diagnósticas ni analíticas en las que se pueda observar algún marcador que identifique la enfermedad, hace verdaderamente difícil la emisión de un diagnostico eficiente de este síndrome. Esto lleva a que el paciente con fibromialgia circule por diferentes especialistas, con múltiples pruebas e infinitos diagnósticos. A veces llegan a ser diagnosticados de manera correcta y otras incluso se sobrediagnostica este síndrome, al descubrir procesos similares de dolor persistente.

Esto lleva a redundantes y cada vez más severos tratamientos farmacológicos (desde los AINEs, opiacios, antidepresivos, anticonvulsionantes, dopaminérgicos, gabaergicos…) que no llegan a aliviar los síntomas y que además se acompañan, en muchas ocasiones, con efectos adversos de gran importancia.

La fisioterapia especializada en dolor crónico se escapa radicalmente de la idea preconcebida por gran parte de la población, de cómo actúa la fisioterapia en estos casos.

Tenemos que partir de un concepto integral y biopsicosocial, entendiendo el contexto en el que se vivencia la patología a través de una valoración y una entrevista en profundidad en el que podamos distinguir la sintomatología que se relaciona con la fibromialgia, y la que pueda venir de otras patologías convivientes como procesos artrósicos, artríticos, dolencias funcionales… porque no todo es fibromialgia.

Tendremos que investigar cuales han sido los tiempos de la enfermedad y los agentes desencadenantes, tales como accidentes o traumatismos, intervenciones quirúrgicas, procesos emocionales de gran impacto e intensidad…

Una vez tengamos todos los datos para saber como es vivenciada la enfermedad por el paciente, comenzaremos con el tratamiento individualizado, no incidiendo sobre el cuerpo, sino sobre el sistema nervioso, con la intención de realizar una reorganización de las diferentes áreas afectadas. Utilizaremos técnicas como la educación terapéutica, el ejercicio terapéutico, la imaginería motora, la terapia manual, la conciencia corporal y el aprendizaje motor, técnicas de mindfulness, técnicas de exposición, técnicas cognitivo conductuales…

Porque la fisioterapia puede ayudar a que la calidad de vida de los pacientes mejore radicalmente y vuelvan a encontrarse con su cuerpo, y con su vida.